miércoles, 2 de enero de 2013

España: ¿Por qué la burguesía quiere limitar el derecho de huelga?

 
¿PORQUÉ LA BURGUESÍA QUIERE LIMITAR EL DERECHO DE HUELGA?

En estos tiempos de crisis de sobreproducción del capitalismo las huelgas se están haciendo muy frecuentes en España. Se comprende, pues, que los comunistas nos planteemos el significado de las huelgas, de las formas de llevarlas a cabo y de las tareas que nos proponemos al participar en ellas.
 
En primer lugar ¿cómo nace una huelga? Cualquiera verá que una huelga se produce allá donde hay capitalismo, relaciones de producción capitalistas, es decir: obreros y empresarios.
 
¿Por qué el capitalismo conduce a la huelga? Porque el capitalismo lleva necesariamente a la lucha de los obreros contra los empresarios, puesto que tienen intereses antagónicos y enfrentados.
 
¿Y qué es el capitalismo? El capitalismo es el sistema económico por el que los medios de producción – como son  la tierra, las fábricas, los comercios, los bancos - pertenecen a una clase social llamada burguesía. Los obreros no poseen ninguna fábrica, ni tierra, ni comercio y, por tanto, deben vender su fuerza de trabajo al burgués, al empresario. Estos empresarios compran la fuerza de trabajo de los obreros y les obligan a producir las mercancías que el burgués, el empresario, vende en el mercado apropiándose éste del plusvalor generado por los obreros así como de la propiedad de las mercancías producidas por éstos.
 
Los empresarios abonan al obrero una pequeña parte de lo que producen en concepto de salario, y todo lo que produce el obrero por encima de esta cantidad se lo queda el empresario: así se produce su ganancia (plusvalía).

Por tanto, en el capitalismo, el proletariado trabaja para otros, no trabajan para sí mismos, sino para los empresarios, y lo hacen a cambio de un salario. De esto se desprende que el empresario trate siempre de pagar menores salarios, para aumentar su ganancia, su margen de beneficio. En cambio los obreros tratan de obtener mayores salarios para tener una vida digna, alimentarse él y su familia, pagar la casa, cubrir sus diversas necesidades, etc.

Obviamente estos intereses están enfrentados debido a lo cual, entre empresarios y obreros, se produce una lucha constante por la cuestión del salario. Además se da el caso que el empresario tiene libertad para contratar al obrero que le salga más barato. Pero el obrero no tiene libertad real de elegir al empresario que más le pague,debido a que precisamente no es dueño de ningún medio de producción y debe vender su fuerza de trabajo para poder vivir (y más en épocas de crisis).
 
De ahí que el obrero luche por aumentar su salario y sus condiciones de trabajo. Pero ¿puede un obrero en solitario sostener esta lucha? Cada vez es mayor el desempleo y cada vez mayor la competencia entre los obreros para acceder a trabajos peor pagados. Por tanto, al obrero le resulta imposible luchar él sólo contra el empresario. Si exige mejoras el empresario contestará: vete a otra parte porque son muchos los que esperan para ocupar tu puesto por un salario de miseria. Por tanto,  el obrero aislado siempre tiene las de perder. Por ello los obreros se agrupan y empiezan a plantar cara conjuntamente al empresario. Es decir, se manifiesta el conflicto llegando la huelga.
 
En España observamos como la mayoría de las huelgas no tienen siquiera una idea clara de lo que tratan de conseguir, lo único que intentan es dar a conocer su situación desesperada sin plantearse el porqué de esta situación y cuales deben ser los objetivos.

Para responder a esos objetivos, para clarificarlos, debemos tener una visión más amplia de las huelgas: una visión política. Si el salario de un obrero se determina por un contrato entre el obrero y el empresario, y si cada obrero en solitario no tiene fuerza para luchar contra el empresario, está claro que los obreros deben defender juntos sus reivindicaciones, recurrir a la huelga para evitar bajadas de salario, EREs, pérdida de condiciones laborales, etc.

En todas partes los obreros sólo pueden oponer resistencia cuando están unidos y organizados,bien declarándose en huelga o bien amenazando con ella. Y cuanto más se desarrolla el capitalismo, más necesaria es la huelga porque aumenta el desempleo y los capitalistas tratan de producir cada vez más barato para vencer a la competencia (por ejemplo, deslocalizan la producción).
 
Cuando el capitalismo prospera los beneficios del empresario aumentan, pero este no piensa en compartirlos con los obreros, sin embargo, durante las crisis cargan sobre los espaldas de los obreros y el resto de los trabajadores sus pérdidas (por ejemplo,el rescate a los bancos).
 
La huelga es una de las primeras manifestaciones de la lucha de la clase obrera contra el capitalismo. Los capitalistas son incapaces de obtener ganancias cuando los obreros se niegan a trabajar para los capitalistas, es decir, sin los obreros no se mueve ni un solo engranaje, ninguna fábrica, ninguna actividad productiva.

Cuando los obreros se niegan a someterse al empresario, comienzan a exigir que las riquezas que crean no sirvan solo para enriquecer a un puñado de parásitos (empresarios o emprendedores). Los obreros comienzan entonces a presentar la reivindicación de convertirse en dueños, de trabajar y vivir no como quieran los capitalistas sino como determinen los propios obreros. Por eso las huelgas producen tanto espanto entre los capitalistas, porque los obreros comienzan a hacer vacilar su dominio. Cada huelga recuerda a los capitalistas que ellos no son los verdaderos dueños, sino los obreros sin los cuales el mecanismo del capitalismo amenaza con paralizarse.

Durante la huelga el obrero pierde el miedo al empresario y reclama en voz alta sus reivindicaciones, recuerda a los empresarios todos los atropellos de los que ha sido víctima, proclama sus derechos, no piensa en sí mismo como individuo sino también en todos sus hermanos de clase.

Toda huelga acarrea una serie de privaciones, empezando por el salario, a menudo detenciones, represalias por parte del empresario como despidos, etc. Es por ello que los obreros odian a los esquiroles, traidores a su clase que llegan a componendas con el patrón pensando, únicamente, en sí mismos. Y esto tampoco los salva de las garras del capital, porque por mucho que lo nieguen, siguen siendo obreros.

La huelga es una escuela de la lucha de clases. Enseña a los obreros cuál es la fuerza de su clase y cual es la fuerza de la clase de los empresarios, de los capitalistas, y que el Estado es la unión de todos los burgueses, de todos los empresarios, con objeto de reprimir mediante la fuerza y la violencia al proletariado.Ocurre a veces que algún empresario o capitalista trata de engañar a los obreros, de presentarse ante ellos como un benefactor (recordemos el “donativo” de Amancio Ortega),encubriendo la explotación de sus obreros con cualquier migaja, con una pequeña concesión. Sin embargo la huelga, la lucha de clases, destruye de un plumazo este engaño, mostrando como el “benefactor” es en realidad un lobo con piel de cordero. Pero la huelga, además,  abre los ojos a los obreros no sólo en cuanto a los empresarios, sino también al gobierno y las leyes, es decir, al Estado. El estado, con  los políticos del régimen y sus instituciones  se prestan a presentarse situados por encima de las clases, como un órgano de arbitraje, de conciliación entre los intereses de las clases enfrentadas. Mienten como bellacos. El estado es el arma de dominación de una clase sobre otra, los políticos del régimen(PP,PSOE,UPYD,IU, etcétera) sirven a los intereses de los capitalistas. Durante una huelga, durante la lucha de clases, esto se pone de manifiesto al caerse las caretas de todos estos servidores del empresariado: las “instituciones” se posicionan al lado del empresario tratando, además, de impedir e incluso ilegalizar la huelga,  la policía muele a palos a los huelguistas, los jueces se inventan mil y una triquiñuelas para multar o encarcelar a los obreros más combativos, la prensa calumnia y criminaliza a los trabajadores en lucha, etc.

Por tanto, para todo obrero empieza a resultar claro como el agua que el gobierno y el Estado defienden los intereses de los capitalistas y no los de los obreros. El obrero comienza a comprender que las leyes se dictan en beneficio exclusivo de los ricos, que los políticos defienden los intereses de los ricos, que al pueblo trabajador se le tapa la boca, se le reprime o se le ningunea y que la clase obrera debe conquistar el poder político para poner fín a todas estas vejaciones contra los que todo lo producen, contra los que hacen funcionar el sistema, que pese a ello, se ven privados de cualquier poder de decisión sobre ese sistema al que alimentan y dan vida.

A su vez el gobierno, el Estado, la organización política de la clase de todos los capitalistas se da cuenta de que los obreros en lucha empiezan a comprender la gran farsa en que se basa el capitalismo, se dan cuenta de que los obreros van abriendo los ojos y se esfuerza por sofocarlas lo antes posible. Para ellos, tras cada huelga se encuentra un paso más cerca la revolución, el fin de la explotación del hombre por el hombre, el fin de su dominación de clase, se encuentran un paso más cerca de darse cuenta de que sólo la unión de toda la clase obrera conformando el Frente Único del Pueblo(Asambleas de comités y delegados, asambleas de barrio, asambleas de estudiantes) como la unión – y su traslación práctica en la organización de un Frente Único del Pueblo - de todas las luchas obreras podrá vencer al criminal sistema capitalista.

Por eso llamamos a la huelga la escuela de la lucha de clases. Pero la clase obrera no debe limitarse a las huelgas. Las huelgas son uno de los medios de lucha pero no el único. La lucha debe darse en tres niveles, y por este orden de importancia: el ideológico(confrontando con la ideología burguesa), el político(conquista del poder para la clase obrera) y el económico(en este caso las huelgas).

Además la huelga está condenada al fracaso si los obreros no tienen suficiente conciencia, si no existe contacto entre estas huelgas y el Partido Comunista,que introduce la teoría del socialismo científico para elevar estas huelgas al plano de lo político y darles un sentido y una orientación de clase. Es decir, les marca el objetivo del socialismo, único sistema donde desaparece la explotación del hombre por el hombre y dónde los obreros realmente se emanciparán.

Cuando todos los obreros conscientes tienen como objetivo el socialismo, cuando todas las luchas se unen con el objetivo del socialismo, cuando los obreros conscientes se organizan en el Partido Comunista, estas huelgas trascienden lo económico y se transforman en uno de los pilares sobre los que se erigirá la victoria de la clase obrera, de los trabajadores, de los oprimidos y cimentará la derrota del empresario, del explotador y de su estado y sus mequetrefes políticos(PP,PSOE,IU,UPYD).

Esta, y no otra ,es la explicación del porqué la burguesía intenta suprimir o reducir el derecho de los trabajadores a la huelga. Porque saben que es la escuela de la lucha de clases. 
 

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