sábado, 8 de junio de 2013

¡Qué la tierra te sea leve compañero Clément! La amenaza del fascismo y la unidad de la clase obrera.

“La Sangre para ellos son medallas,

La matanza es acto de heroísmo,

¡Qué espanto causa el rostro del Fascismo!”

Bertolt Brecht


 Toussaint Louventure
 
Ayer por la mañana una banda de cuatro neonazis asesinaba en pleno centro de París al joven militante anticapitalista Clément Méric, de apenas 18 años. Clément era un antifascista, un convencido militante anticapitalista que participaba activamente en el sindicato estudiantil francés combativo Solidarie e involucrado plenamente en la lucha contra la homofobia y el racismo, en definitiva un luchador consecuente en su lucha por el derrocamiento del capitalismo y la unidad de clase obrera sin importar su país de origen ni su orientación sexual. Los matones que cometieron tal crimen eran cuatro individuos vinculados al grupo ultraderechista Jóvenes Nacionalistas Revolucionarios (JNR), para mayor vergüenza el autor material del asesinato a resultado ser un neonazi de origen español, en fin parece ser que España no sólo exporta jóvenes cualificados y mano de obra barata al extranjero si no que también exportamos a este tipo de basura humana.
Han tardado poco en salir a la palestra los principales líderes políticos burgueses franceses, los cuales han salido para “lamentar y condenar” tan espantoso crimen. El Presidente de la República, François Hollande, el mismo criminal que no tuvo reparos en adentrase en la aventura colonial en Malí y en alentar al terrorismo salafista en Siria, ha condenado el hecho y ha prometido “. Hasta la líder del tradicional partido de la ultraderecha francesa, Marine Le Pen, se ha desmarcado de los hechos y ha calificado el ataque de “inadmisible “. Poco nos deben importar las opiniones y las falsas lágrimas de cocodrilo que echen los burgueses ante estos crímenes, pues nosotros sabemos que el origen material de la criminal ideología fascista se encuentra en las raíces más profundas del capitalismo.
Vemos como estos criminales no agreden a banqueros, ni a altos ejecutivos, ni a especuladores, no. Estos “valientes guerreros arios”, estos nacional “revolucionarios” se dedican a agredir y asesinar a trabajadores inmigrantes, a homosexuales y transexuales, a las minorías étnicas y religiosas, a sindicalistas y militantes anticapitalistas como el joven Clément. Y es que el fascismo, aunque se presente como fuerza “revolucionaria”, “anticapitalista” e incluso “obrera” según sus variantes, nosotros sabemos que se trata de una corriente política ultrarreacionaria, que pretende explotar los valores más retrógrados de la vieja sociedad capitalista (chauvinismo, xenofobia, exclusivismo nacional, racismo, patriarcalismo, homofobia, etc..), en definitiva una corriente cuyo papel principal es generar odio y división en el seno de la clase obrera y que sirve como “escuadrón de choque” al servicio de los patrones para atacar al movimiento obrero organizado. Ya lo dijo el legendario bolchevique Jorge Dimitrov “El fascismo es el poder del propio capital financiero. Es la organización del ajuste de cuentas terrorista con la clase obrera y el sector revolucionario de los campesinos y de los intelectuales. El fascismo, en política exterior, es el chovinismo en su forma más brutal que cultiva un odio bestial contra los demás pueblos.”
Esta comprobado que cuando la clase obrera es consciente de su potencial y lucha combativamente por obtener su cuota de poder que le pertenece y poder zafarse de la explotación capitalista, cuando los patronos se ven acorralados y ven peligrar su posición social estos no dudan en llamar al fascismo a su rescate. Y esto no sólo lo podemos extrapolar a la Alemania o a la Italia de los años 30, es algo que se presenta con más actualidad que nunca. Vemos que cuando la crisis asoma en Europa, los distintos partido ultranacionalistas y xenófobos avanzan posiciones en Francia, Gran Bretaña, Escandinavia, Hungria, transmitiendo un mensaje de odio racial y un chauvinismo estrecho cuyo principal objetivo es impedir una alianza amplia entre la clase obrera foránea y extranjera que se una para derribar el capitalismo. Vemos como en Grecia donde se encuentra quizás el movimiento obrero más avanzado y el Partido Comunista más potente de Europa, donde la situación del capitalismo se encuentra en una situación crítica y amplias masas de población se ven envueltos en una espiral de empobrecimiento teledirigida por el capital monopolista europeo, surge el fascismo en su cara más oscura y criminal. El Estado burgués no ha sido en Grecia un árbitro neutral en el surgimiento y expansión del partido fascista “Amanecer Dorado”, numerosas organizaciones de izquierda y sindicatos de clase han denunciado la implicación de los cuerpos de seguridad griegos en el surgimiento de “Amanecer dorado” así como su vinculación con distintos empresarios helenos.
El movimiento popular no se ha callado ante este nuevo crimen, al conocerse el fallecimiento del compañero centenares de compañeros de clase se han concentrado en su centro de estudios en un acto de repulsa contra el fascismo, por su parte se han convocado una manifestación de repudio en la Plaza de Saint Michel por parte de la Unión Nacional de Estudiantes de Francia. Y es que la respuesta ante el fascismo y sus criminales agresiones debe ser la unidad y solidaridad de todos los obreros y estudiantes, sin importar su país de origen.
Ya lo dijo el camarada Dimitrov,
“Nosotros no somos historiadores, situados al margen de la vida, somos militantes combativos de la clase obrera y estamos obligados a dar una contestación a la pregunta que atormenta a millones de obreros: «¿Cabe impedir, y por qué medios, la victoria del fascismo?» Y nosotros contestamos a esos millones de obreros: sí, camaradas, puede cerrarse el paso al fascismo. Es absolutamente posible. ¡Ello depende de nosotros mismos, de los obreros, de los campesinos, de todos los trabajadores!
Impedir la victoria del fascismo depende ante todo de la actitud combativa de la propia clase obrera, de la cohesión de sus fuerzas en un ejército combatiente que luche unido contra la ofensiva del capital y del fascismo. El proletariado, al establecer su unidad de lucha, paralizaría la influencia del fascismo sobre los campesinos, sobre la pequeña burguesía urbana, sobre la juventud y los intelectuales, conseguiría neutralizar a una parte y hacer pasar a su lado a la otra.”

Manifestación en París, en el lugar donde el antifascista Clément Méric fue asesinado el miércoles por varios neonazis
 http://lamanchaobrera.es/

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