viernes, 1 de julio de 2016

Ucrania destruye el legado soviético



Artículo Original: Svobodnaya Pressa

 Es llamativo el boom de “profesionales” del campo del derecho histórico que se ha producido en el territorio de la antigua Unión Soviética. Poetas, libreros e ingenieros de ayer se han convertido en masa en especialistas del campo de la ley. Reconvertidos en “expertos”, decidieron que ni el Imperio Ruso ni la Unión Soviética tenían sistemas legales establecidos.
Recientemente, el Parlamento ucraniano registró la propuesta de ley Número 4650 “Sobre las enmiendas a la ley de Ucrania sobre la “sucesión” de la abolición de la legislación de la Unión Soviética en el territorio de Ucrania”. La nota explicativa apuntaba que la legislación de la Unión Soviética “no estaba sistematizada”, lo que supone que los diputados siguen esa corriente y las leyes del periodo soviético que han sobrevivido deben ser abolidas.
¿Y de quién es la propuesta? Presentaron y defendieron esta ley tan poco convencional la periodista y ahora vicepresidenta del Parlamento, Irina Gerashenko; la bibliotecaria, después poeta, famosa en Ucrania por sus alusiones eróticas, y ahora diputada, María Matios y la emprendedora Oxana Prodan.
Estas “expertas” en representación del bloque chocolatero decidieron que debía ser posible acabar de un plumazo con toda la legislación de tiempos soviéticos que sigue en vigencia en Ucrania.
El resultado es que la legislación de vivienda, que garantiza a los ciudadanos ucranianos el derecho a una vivienda, podrá ser eliminada.
La legislación laboral dejará de estar vigente, por lo que los ucranianos quedarán indefensos en sus relaciones laborales (incluyendo la eliminación de las garantías de tener un trabajo remunerado).
La ley de apoyo al sector agrícola y apoyo social al mundo rural será cancelada.
Los veteranos de Chernóbil y personas discapacitadas perderán sus beneficios.
La legislación que garantiza la gratuidad de la educación será cancelada.
Las normas de defensa del medio ambiente y protección al consumidor dejarán de funcionar.
La legislación social prácticamente desaparecerá, ya que Ucrania la heredó de la Unión Soviética.
Euromaidan gritaba por la justicia, igualdad, libertad y dignidad, pero ahora, apuntando a la Unión Soviética, han comenzado a destruir a una nación entera. Abolir la protección social equivale a destruir la economía, privando así a la población de las posibilidades de existir. Y empuja a los ucranianos a elegir entre huir a otro país o morir.
Si al menos pudieran leer lo que han escrito… De las notas explicativas que acompañan a la propuesta de ley se desprende que la legislación soviética debe ser abolida porque…no hay acceso libre a ella en forma electrónica. ¿Se darán cuenta los autores de esta ley de que eso es aún más ridículo? Al fin y al cabo, cualquier niño de colegio sabe que Internet apareció después de que Ucrania se independizara de la Unión Soviética.
Pero la estupidez de quienes han presentado esta ley no acaba ahí. Al destruir el marco legal de la Unión Soviética, ni siquiera tratan de esconder la decisión de revisar la ley de Ucrania “Sobre la Sucesión”, adoptada por el Parlamento en septiembre de 1991. Según dicho documento, Ucrania fue proclamada sucesora de la República Socialista Soviética de Ucrania.
Según esa definición, la base legal de la soberanía de la Ucrania independiente difiere de la de otras repúblicas exsoviéticas que hoy también buscan la integración con Occidente, ya que todas ellas se proclamaron sucesoras de formaciones estatales anteriores a la Unión Soviética. Letonia, Lituania y Estonia se declararon herederas de las dictaduras semifascistas de la década de 1930. Georgia se declaró sucesora de la República Menchevique de 1918. El caso de Moldavia tiene un origen histórico mucho anterior. Moldavia se dice sucesora del Principado de Moldavia del siglo XVIII.
Al contrario que otros estados post-soviéticos, la historia de Ucrania no ha existido separada de Rusia. Por ejemplo, la República Nacional de Ucrania de Simon Petliura no fue legalmente reconocida por ningún Estado. Y el Hetmanato del siglo XVII o el “imperio” de Skoropadsky del siglo XX fueron parte de Rusia. Por eso, proclamar a Ucrania sucesora de cualquier otra formación excepto la República Socialista Soviética de Ucrania era en 1991 algo tan absurdo como autodestructivo.
Pero a los actuales líderes de Ucrania nada de esto importa. En su habitual estupidez y arrogancia, han comenzado a eliminar Ucrania. El primer paso es invalidar la ley “Sobre la Sucesión” de la República Socialista Soviética de Ucrania. No es suficiente que eso pueda dar lugar a reclamaciones –de Rusia, por ejemplo- sino que además, ellos mismos, con sus actos, deslegitimarán la existencia de su propio país.
Pero las cosas no existen en el vacío. O el Estado colapsará o reaparecerá el reconocimiento legal y la relación histórica con Rusia y otras repúblicas de la antigua Unión Soviética. Especialmente porque hoy en día hay muchos ciudadanos de Ucrania con capacidad de crear oposición.
Y antes o después se organizarán y expresarán su postura.

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